
Este pequeño restaurante se encuentra en el centro de Barakaldo, muy cerquita del Tempus Fugit, que comenté en post anteriores. La zona de barra se caracteriza por tener unos pintxos extraordinarios, además de unas rabas de mucha calidad y muy frescas. Cabe destacar de forma especial los fabulosos vinos con los que cuenta esta barra, ya que en los restaurantes es normal que haya buena bodega no siendo así en todos los los bares. El ambiente está amenizado por una muy buena musica jazz, soul...lo que hace la estancia muy agradable y acogedora.
Cuentan con poco espacio para comer o cenar, por lo que es algo habitual que no haya mesa si no se llama con tiempo. El precio de la carta es medio-alto, pero cuenta con un menú degustación de 30€ que está bastante bien y que modifican con frecuencia. Por ejemplo, este sábado, dicho menú estaba compuesto por cuatro platos; primero una pasta brick rellena de gulas, calabacín, tomate, pimiento...Se trataba de un plato que estaba bastante bien aunque puede que a algunos paladares les resulte demasiado fuerte por estar aderezado con curry. El segundo plato fue un risotto de calamares que estaba francamente bueno. Como tercero tuvimos unos lomos de rodaballo acompañandos por un sofrito de verduras y para terminar los platos salados sirvieron carrillera de ternera acompañada de patatas panaderas y de una salsa de hongos, también estupendo. El postre fue un combinado de helado de turrón, bizcocho y una tarta de chocolate, bizcocho y nata. El vino que acompañaba el menú era un Rioja crianza del 2004 cuyo nombre era Medievo.
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