
Lo primero que cabe destacar de este restaurante es su ubicación, ya que en una apuesta por activar una de las zonas menos turísticas de Bilbao, el Restaurante A Table ha optado por la calle Dos de Mayo, en la zona de Bilbao la Vieja. Aún así, dispone de servicio de parking si se desea, aunque desde el Casco Viejo, o desde la estación de metro de Abando apenas se tarda en llegar unos minutos andando sin ningún tipo de problema.
Se trata de un local que combina perfectamente la cocina francesa con la tradicional vasca, y que ofrece la posibilidad de escoger unos menús de degustación muy recomendables a unos precios no muy elevados, aunque invitaría a reservar nuestra visita para una ocasión un poco especial.
El espacio está ocupado por unas 10-12 mesas, en un ambiente muy cuidado y tranquilo, donde la atención de los camareros es exquisita. Los platos del menú que comentaba se sirven intercalados con diferentes tipos de vinos, adecuados a cada plato, en raciones bastante decentes, para no quedarse con hambre. Mención especial merecen los “Val au vent de morcilla y pimientos” y el “Muslo de pato confitado con salsa de ciruelas”.
Como comentario añadiré que resulta muy curioso observar que bastantes de las mesas de alrededor hablaban francés, así, se trata de un restaurante francés que gusta a los franceses!
Se trata de un local que combina perfectamente la cocina francesa con la tradicional vasca, y que ofrece la posibilidad de escoger unos menús de degustación muy recomendables a unos precios no muy elevados, aunque invitaría a reservar nuestra visita para una ocasión un poco especial.
El espacio está ocupado por unas 10-12 mesas, en un ambiente muy cuidado y tranquilo, donde la atención de los camareros es exquisita. Los platos del menú que comentaba se sirven intercalados con diferentes tipos de vinos, adecuados a cada plato, en raciones bastante decentes, para no quedarse con hambre. Mención especial merecen los “Val au vent de morcilla y pimientos” y el “Muslo de pato confitado con salsa de ciruelas”.
Como comentario añadiré que resulta muy curioso observar que bastantes de las mesas de alrededor hablaban francés, así, se trata de un restaurante francés que gusta a los franceses!
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